17 junio 2006

El viaje continúa Budapest

Nada más bajarse del tren en la estación de Keleti, Budapest, te entra una sensación de desconfianza y repelús difícil de expresar, pero si a eso le añades lo chanchulleros que son, ya ni te cuento como aumenta esa sensación. Por que digo que son chanchulleros, el caso es que llegamos a información y turismo en búsqueda de un mapa de la ciudad, y cuando llegamos a parte de ofrecernos esta información, paralelamente intentaban convencer a dos turistas estado unidenses, que les cambiaran los dólares por Florines, que era sábado, los bancos estaban cerrados y la única oficina de cambio que había abierta cerca de la estación cobraban mucha comisión, entre tanto el chico que nos ionformaba nos recomendó un hostal (supongo que recibe comisión por ello), pero bueno el hostal estaba bastante bien y bastante barato, era un piso normal y corriente, donde en las habitaciones había literas.
Una vez instalados estábamos listos para reencontrarnos con la otra mitad de la expedición que habían decidido tomarse más días libres e irse primero a visitar Praga y llevaba un par de días por la ciudad. Nos encontramos en la plaza del oktogon con Luigi y Laure, y una amiga de Luigi que conoció en un erasmus previo que era de Budapest, y nos llevó a cenar a un bar donde la comida era húngara, estaba muy buena, y era barato. En lo que acababamos de cenar se unió una amiga de la chica , para salir de fiesta por Budapest, más concretamente en la zona de carpas que abren los veranos en una isla (según una guía turística, protegida por su riqueza vegetal) en medio del Danubio,Isla Margarita. Luego nos dirigimos aun bar disco, qie más que eso parecía otra cosa, para entrar tenías que picar a una puerta, entonces salía "la madamme" llamo así a la chica la planta de arriba tenía pinta de la típica casa de citas, con sofas rojos, luz muy ténue, música tranquila... Lo que me sorprendió es que se escandalizaran de que había que pagar unos 3 €(a la conversión) para entrar teniendo en cuenta que era el único sitio que nos habían recomendado abierto después de las 3 ó 4 de la mañana en la ciudad, en la cual venía incluido medio litro de cerveza o refresco. El piso por esto de este bar era tipo bodega, y no había nada extraño.
Al día siguiente después de levantarnos nuestra parte de la expedición nos fuimos a hacer un poco de turismo por la ciudad, hasta la hora de comer, en la que nos dió tiempo de visitar la ciutadella, y la parte de Buda, donde está el castillo, al cual no entramos y que encima de día era bastante feo. Cerca de la hora de comer quedamos para ir a ver el museo del horror(un museo donde van comparando a lo largo de la historia la dictadura nazi, con la comunista), antes de finalizar el recorrido nos volvimos a separar, ya que mi expedición estaba rayada de pasar tanto tiempo en el museo, aunque lo encontrase interesante, teníamos que comer, visitar más cosas e ir al balneario antes de que lo cerraran. Así que nos emplazamos a la hora de la cena, para ir a ver un concierto gratuito. Anna y yo volvimos a comer al mismo bar, ya que nos gustó bastante, y era barato, después nos dirigimos al hostal a coger toalla y bañador para dirigirnos al balneario, el que cerraba más tarde, como estaba un poco lejos, decidimos comprar billetes de metro, pero cual fue nuestra sorpresa al volver al hostal, que al hacer transbordo dentro del mismo metro nos encontramos a dos interventores poco amables, a los que les enseñamos los billetes y nos dijeron que no valían, que no estaban validados en la estación, a lo que le explicamos que sí estaban validados, pero en un inglés poco chapucero nos explicó que cuando haces trasnbordo, tienes que validar un nuevo billete, es decir lo del trasnbordo no existe un viaje de metro en una línea, un billete validado. Entonces le explicamos que no lo sabíamos, pero igualmente erre que erre que pagaramos la sanción de 7000 Florines, que no llegaba a 4 € ahora o que si nos la enviaban a casa subiría no se si a 30 € o algo así, a lo que le contestamos que nos las envíen a casa, a ver si llega...
Así que continuamos nuestro viaje a patita (sólo era una parada) y una vez que cojimos bañador y toalla, nos dirigimos al balneario, donde se estaba de miedo, agua calentita, piscinas con corriente en las que si te dejabas ir te iba dando vueltas en la piscina, y piscinas con chorritos, y como no personajes curiosos, como uno con un tanga naranja peleón que te permitía ver como la paletilla estaba cogida la cuerpo de alto que el tanga era por el lado. Imagen que prefiero borrar de mi mente (supongo que lo comprendéis).
Así que después de esto nos dirigimos al concierto de música húngara, que no estubo mal, pero bueno tampoc había una gran audiencia aunque fuera gratuito.Última noche que pasaríamos en Hungría, cuando se acabó el concierto nos despedimos las dos expediciones, ya que los otros se iban a ver Viena al día siguiente por la mañana, y nosotros a ver lo que nos quedaba por ver, la Isla Margarita de día, los edificios de Pest, que veríamos después del concierto ya que queríamos hacer fotos de la ciudad de noche desde un puente del Danubio.
El último día en Budapest se hizo corto, nos dió tiempo justo de ver todo, y fuimos a comer al mismo bar, pero los lunes cerraban, así que nos paramos en un restaurante donde vimos unas pizzas con muy buena pinta, estubimos comiendo en un restaurante turístico y pijín, por un precio de pizzería normal y corriente en Barcelona. Y por la tarde fuimos a hacer la compra de la comida con todo el dinero que nos sobraba, al final la hicimos corriendo, porque tardamos basntate en encontrar un supermercado. Y de vuelta a casa en el tren con salida a las 17:50 y llegada a Lausanne a las 9:00h aprox. con cambio de tren en Zürich.
Y eso es todo del viaje, el resto de la semana se resumión en trabajar mucho, hasta que cogí el avión de vuelta a Barcelona, que un poco más y me cierran la facturación porque perdí un tren(se cerraron las puertas delante de mis narices) y no calculé bien el tiempo, pero weno, una carrerita y llegué con tiempo.

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